Porque cuando tenemos la felicidad frente a los ojos, no sabemos verla. Siempre pensamos en lo que nos estamos perdiendo, deseando cosas que no tenemos, cosas de otros; y en realidad todo lo que necesitamos para ser felices está ahí, mordiéndonos la mano. Creemos que la felicidad es algo difícil de alcanzar y a veces hasta nos convencemos de que nunca vamos a ser felices, pero sólo depende de nosotros, es saber encontrar la felicidad de lo que tenemos, de valorarla y cuidarla, encontrar la felicidad es mucho más fácil de lo que creemos; algunos se pasan la vida buscando la felicidad, cuando no la encuentran desesperan, se resignan a ser infelices toda la vida. El problema es que la gente no entiende, no entiende que la felicidad no está en un lugar y hay que ir a buscarla, porque la felicidad siempre está, está en una charla, en un amigo, en una mirada, en una sonrisa… La felicidad es algo tan simple, que hasta a veces no nos damos cuenta que está y ese es el problema, ese fue mi error.
“No es tan fácil confiar. Cuando te fallan una y otra vez ¿por qué no te van a volver a fallar?
Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad.
La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar?
Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza…No defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa?
De chico no querés fallar a los grandes; menos querés que los grandes te fallen.
Uno no quiere fallar a la gente que ama ni que ellos te fallen ¿no?
Uno no espera que sus seres más queridos le fallen, que un padre, un hermano, tu novia te falle… ¿Cómo lo soportás?
Pero el peor de los miedos no es que otros te fallen, el peor de los miedos es fallarse a si mismo. Hace mucho tiempo que me viene pasando esto, algo está cambiando en mí…No se si es Juan Cruz o una herida en mi cabeza, pero algo está cambiando. Algo me está pasando, me está torturando y me está oscureciendo. No solo me da pánico fallarle a ustedes sino que me da pánico fallarme a mi mismo, traicionarme y terminar convirtiendome en lo que toda la vida odié, por eso decido esto, por eso me despido sin despedirme, para no darles la chance de que me convenzan de quedarme. Los amo y por eso no quiero fallarles ni fallarme a mí…por eso me voy, lejos de ustedes”
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